Porque las cartas son verdad, arte y memoria. En tiempos de cólera, necesitamos amor. En tiempos de Internet y prisas, necesitamos la espera de las cartas. Y una posdata es justo donde nace la palabra escrita.
¡Envía tu carta!
A aquel amor que no pudo ser. A la primavera que se nos escapó. Al árbol que custodia nuestros nombres. Nuestro buzón se alimenta de tu tinta. Tú eres el destino. El remite es el corazón.
